martes, 12 de enero de 2021

INTRODUCCIÓN AL HAIKU.

El haiku es una forma poética brevísima que tuvo su origen en Japón hacia el siglo VII de nuestra Era. En sus primeros tiempos, tenía carácter cómico: según algunos cronistas, la palabra haiku deriva del vocablo chino haika –que literalmente significaría “algo divertido”. Los occidentales solemos relacionar la poesía con lacrimosas declaraciones de amor y largas solemnidades épicas; en Oriente, en cambio, las verdades más solemnes suelen expresarse con una mezcla de irónica concisión, exquisita levedad y serena sabiduría.

No detallaré aquí la extensa genealogía del haiku. Simplemente, señalaré algunos puntos útiles para practicar este ameno género poético.

Empecemos con su estructura; en el haiku clásico suele ser rígida; un poema consta de  tres versos: el primero de cinco sílabas; el segundo de siete; el tercero de cinco.

Este trío de versos nunca constituye una frase corrida: una pausa sintáctica, denominada kire, divide el poema en dos imágenes contrastantes. El kire puede estar marcado por un punto, una coma, un punto y coma, puntos suspensivos y hasta por guiones. La frase: “El carro de mi mamá es de color azul” no es un haiku. ¿Por qué? Porque es una frase corrida.

La rima, máxima aspiración de ciertas formas poéticas occidentales, está deliberadamente prohibida en el haiku.

Veamos un ejemplo:

"Un año atrás,

Los tocones del bosque

Árboles eran."

(Carmelo Urso)


Este texto está dividido en tres versos que cumplen –con rigor- la estructura silábica de 5-7-5. El kire está marcado por la coma del primer verso. Hay dos imágenes contrastantes: la de los tocones actuales y la de los árboles que alguna vez fueron. Ambas imágenes –o mejor, ambas realidades- están separadas por un año de distancia. No incluí metáforas ni adorné con adjetivos las escuetas palabras del texto: sin embargo, éstas (apenas nueve) relatan una anécdota que la imaginación podría alimentar –¿es acaso la historia de una tala, de una quema, de un deslave?









(Texto e imágenes extraidas de un texto de Carmelo Urso)


EL HAIKU. EL APRECIO DE LA NATURALEZA

El haiku es un tipo de poema japonés que comenzó a ser utilizado por los monjes zen hace unos mil años en Japón. No obstante, no se popularizó hasta el siglo XIX con Matsuo Basho como máximo exponente.

Constituye uno de los estilos poéticos más cortos del mundo, formado solamente por 17 sonidos. Además, el haiku se puede apreciar no sólo en japonés, sino en varios idiomas, ya que cada vez más colegios e institutos del mundo lo incluyen en su contenido académico. De hecho, se ha vuelto tan popular que incluso hay gente que no sabe que esta poesía es originaria de Japón.

Existen ciertas normas a la hora de elaborar un haiku, pero las principales son estas tres, que, de hecho, pueden recordarse por ha-i-ku:

1.- Ha: transmitir la emoción del “hatto suru” (emocionar o sorprender enormemente), es decir, dejar al lector con la boca abierta, causando un sentimiento repentino, ya sea de emoción o sorpresa.

2.- I: de “itsu” (cuándo). Es de gran relevancia representar la naturaleza de al menos una de las cuatro estaciones y el expresar el sentimiento que transmiten mediante el “kigo” (palabra de temporada).

3.- Ku: hace referencia al carácter 句 (montaje), es decir, que el haiku debe expresarse con 17 sonidos por medio una disposición silábica 5-7-5.

(Extraído de la página de Espai Daruma, en Internet)


HAIKU. LA POESÍA MÁS CORTA DEL MUNDO.




CÓMO ESCRIBIR HAIKUS Y POESÍA ZEN. (ENRIQUE PÁEZ)




PROPUESTAS DE TRABAJO.

1.- Vas a buscar en Internet cinco haikus de poetas japoneses clásicos y otros cinco de poetas en lengua castellana. Los vas a copiar, vas a analizar su estructura silábica y señalar qué es lo que te sugieren, qué es lo que te transmiten, y qué dos elementos sirven de contraste en ellos.

2.- Ahora te toca a tí practicar el noble y ecológico arte del haiku: una ecología de la mente (del cerebro, más bien). Vas a escribir:

a.-  Cinco haikus en los que mantengas la estructura clásica de 5-7-5 sílabas (17 sonidos en tres versos), el tema de la naturaleza, en relación a una emoción (que no se manifiesta diréctamente) y a una estación del año (expresada mediante un sustantivo que le sea propicio), sin olvidar el kire (signo de puntuación que sirva de separación de contrastes.

b.- Otros cinco haikus en los que rompas con todas las normas, excepto la de los tres versos (no hace falta ahora que mantengas la estructura silábica 5-7-5).

¡Adelante! Seguro que llevas dentro de tí un gran poeta.


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