lunes, 10 de junio de 2019

El Club de los Cinco (The Breakfast Club) o La Adolescencia Nunca Cambia


Fuente: www.elseptimoarte.net







Cinco estudiantes muy diferentes se ven forzados a ir a clase un sábado a pasar la mañana castigados en el mismo aula, está es la simple premisa con la que el recientemente fallecido John Hughes arranca una de las películas más icónicas de los años ochenta y que ha conseguido sobrevivir al paso generacional.
John Hughes compone a la perfección un relato de la adolescencia, un relato que quizá pueda parecer ya un poco pasado por el lenguaje y los horteras atuendos que se usaban en los ochenta, pero que conseguirá sobrevivir durante generaciones por su imperecedero retrato de la adolescencia. Podríamos decir que El Club de los Cinco cierra una trilogía que compondrían Los Goonies representando a la infancia, Cuenta Conmigo marcando ese paso de la adolescencia a la infancia, y por último ésta, como fiel reflejo de esos años tan complicados.
Hughes se nutre de los personajes estereotipados con los que es fácil identificarse y lo usa a su favor para hacer de estos estereotipos una fuerte losa sobre sus personajes, llenos de prejuicios y preocupados por encajar y con ello trata de profundizar mucho más en éstos. Así tenemos tal y como se definen ellos mismos: un cerebro, un atleta, una inconformista, una princesa y un criminal. Pero estos roles suponen mucho más de lo que a simple vista queremos ver y es que son los personajes los que dibujan su propio papel y no al revés.
La grandeza de la película de Hughes radica sobre todo en su guión, no solo por haber diseñado tan grandes personajes, si no por conseguir dotar a la película de una profundidad tremenda en sus conversaciones tratando de temas tan banales a priori como los padres o el sexo, cosas que son de las que realmente hablan los chavales de dieciséis años, aquí no tenemos la pedantería de Dawson Crece, o los muñecos acartonados de Sensación de vivir, aquí tenemos la continua sensación de que esos adolescentes son reales, con sus problemas reales, problemas que por nimios que parezcan, a ellos les puede suponer un mundo y al espectador, mientras ve la película, también.
Hughes relata a la perfección todos sus miedos, todas sus inquietudes y complejos, lo hace sin burlarse, con una mirada adulta y reflexiva, es capaz de pisar terrenos tan peligrosos como el del suicidio o el de las familias desestructuradas, pero lo hace sin mandar una mirada de desaprobación, lo hace desde los ojos del adolescente y por eso también lo hace sin perder nunca la sonrisa que caracteriza a esa edad, con un tono fresco y jovial.
Esa aula en la que quedan castigados se convierte en un confesionario y un aula sin restricciones, allí dentro se consiguen dejar todos los miedos y saltar todas las ataduras sociales, se consigue que todos sean iguales, durante nueve horas dicen adiós a los prejuicios y durante hora y media el espectador más adulto consigue volver a la adolescencia.
Una obra clave en la cinematografía de los años ochenta, que ha sabido aguantar muy bien el paso del tiempo por su fantástico relato de una adolescencia que como bien dicen en la cinta siempre será igual, porque ellos nos cambian, los que vamos cambiando somos nosotros.


Curiosidades:
Debido a la influencia de Tron y Juegos de Guerra, películas de la misma época, en la sala de ordenadores se puede leer en un cartel: "Hackers will be expelled" (Los hackers serán expulsados)
Los padres de Brian tienen escrito en la matrícula "EMC 2", en referencia a "E=mc2", la fórmula de Albert Eistein.
De todo el reparto solo Hall y Ringwald tenían la edad que representaban en la película. Nelson tenía veinticinco años; Estévez y Sheedy tenían veintiún años.
Originalmente se consideró a Nicholas Cage para interpretar el papel de John Bender, pero su cache hizo que la idea fuera descartada. Después se pensó en Emilio Estévez, pero la dificultad de John Hughes para encontrar a un chaval que interpretara al atleta Andy, hizo que el actor aceptara cambiar de papel.
El titulo de la película surgió del colegio del hijo del director John Hughes, donde los estudiantes castigados a la detención de los sábados se habían denominado como “El Club del Desayuno”, titulo real de la película. Al mismo tiempo esos estudiantes probablemente tomaron el nombre de un programa de radio muy popular en Chicago emitido desde 1933 a 1968.
La biblioteca en la que se desarrolla la película fue construida dentro del gimnasio del Colegio North Maine, que cerró sus puertas dos años antes de que comenzara el rodaje. Después el colegio fue comprado por el Estado de Illinois y convertido en una comisaría que aún existe a fecha de hoy.
La película tenía que durar dos horas y media inicialmente pero al final muchas escenas, una hora completa, tuvieron que ser suprimidas y los negativos fueron destruidos por lo que no queda ni rastro de dichas escenas.
Una de esas escenas mostraba a Carl explicando a Vernon como veía a los cinco en un futuro, Claire madre operada de cirugía estética, Brian muerto debido a la presión de su demandante trabajo, Allison trabajando como irreconocida poeta, John habrá cometido suicidio, y Andy con casado con una azafata que engordará tras tener varios hijos. Otras escenas mostraban un sueño de Allison, y otros profesores haciendo guardia.
La canción “Don’t You (Forget About Me)” fue compuesta específicamente para la película por Keith Forsey. Simple Minds la convirtió en todo un éxito número uno de ventas, y Billy Idol, Bryan Ferry, Chrisie Hynde y The Pretenders habían rechazado grabarla inicialmente.

Critícas:
La película tiene un 90% de "Certified Fresh" ("Certificado fresco") sobre la revisión total del sitio web Rotten Tomatoes, basado en 42 informes, con una puntuación media de 7.5/10. El consenso general es fundamental "El club es una mirada cálida, profunda, y muy divertida en la vida interna de los adolescentes".

En el sitio Metacritic la revisión asignada a la película le dio una puntuación media ponderada de 62% basado en 11 reseñas de los críticos de la corriente principal, considerados como "críticas generalmente favorables".
En 2008, la película fue seleccionada por la revista británica Empire como una de "Las 500 mejores películas de todos los tiempos". 3 Del mismo modo, el New York Times coloca la película sobre las mejores películas de la historia de su lista de 1000. 4 Finalmente, The Breakfast Club fue clasificada como la número 1 por Entertainment Weekly dentro de su lista de "Las 50 mejores películas colegiales".